domingo, 19 de agosto de 2007

LUMUS!


Me sentía sola, muy sola. No podía creer cómo había llegado a tal nivel de soledad y sin embargo ahí estaba, decaída, sin ganas de nada e inmutable ante la situación.Ya no tenía empleo, ni marido, ni amigos. Nunca tuve hijos, sólo me tuve a mi, si es que me tuve.Conocí las sustancias más tóxicas y placenteras, conocí estados únicos y hoy sólo conozco y sé lo que es estar sola.Pero he sido fuerte, he sido fuerte y soy capaz de decir BASTA!, basta de esa Irene a la que todos le tienen pena, basta de esa Irene que no tiene nada por lo cual luchar ni vivir, basta.Es por eso que digo hoy, ahora, que quiero cambiar; sí, quiero ser otra. Y tuvieron que pasar cuarenta y seis años para renacer, para descubrir otro mundo: el mío. Y desde la intimidad me reencontré conmigo misma, sané las heridas que tan infectadas tenía, esas que sólo creía me dejarían con la amputación. Pero no. Porque Irene es más fuerte que todo esto y no está dispuesta a morir seca como una planta. Porque Irene, ya adulta, descubrió quien es. Descubrió la gracia de la vida.

2 comentarios:

Mary Rogers dijo...

Wou, debe ser la experiencia de alguna mujer cercana para que tengas ese nivel de comprensión de las mayorcita...;=)
Un abrazo

Mary Rogers dijo...

s...faltó