Un tema controvercial, sin duda.
Y es que los métodos anticonceptivos siempre han producido debate, pero ahora se intensifica mucho más.
El Tribunal Constitucional dio su fallo ayer; en el texto de más de docientas páginas, estipula basicamente la ilegalidad de distribuir en consultorios médicos u hostpitales el Postinor-2. De métodos intrauterinos no se hace mención.
Frento a esto no puedo más que manifestar mi rotundo desacuerdo.
Considero que la medida del TC es antidemocrática. Hay un retroceso importante en cuanto a políticas de salud se refiere, más de cuarenta años bajo el alero de estos métodos. ¿Acaso querémos volver a las más de trescientas muertas que dejaban los abortos clandestinos? Vamos derechito para allá.
Y no es porque sea un libertino, sino conciente. Creo que, cada mujer tiene derecho a elegir cuándo y cuántos hijos quiere tener, es su derecho.
Porque lo que me está planteando el TC es algo tremendamente discriminativo, y no, como antes, valórico. El Tribunal Constitucional está diciendo que las mujeres con plata solamente pueden acceder a la píldora. Claro pues, si ni alusión se hace a la vente en las farmacias.
O sea, si la prohibimos hagámoslo en serio. Yo no creo en la igualdad fragmentada, no.
Y todo porque unos veinte diputados de la Alianza mandaron a revisar la entrega de la famosa pastilla. Y después quieren llegar al gobierno, ¿con democracia?
No entiendo.
Sí a los métodos anticonceptivos, sí a la pílora, sí a la libre elección.